Otoño, Alimentación estacional

La importancia de la alimentación estacional

La naturaleza es circular porque el cambio constante de su energía forma ritmos y patrones. Si lográs ser parte de estas energías y aplicar la misma repetición de las estaciones en la alimentación, vas a ver esos ritmos reflejados en tu perro.

Usar la naturaleza como guía es la base de la alimentación estacional, que te ayuda a alcanzar un estado mental de auto-curación. Las estaciones influencian distintas partes del cuerpo de tu perro y, si ayudás a estos sistemas y órganos de manera continua a medida que pasa el año, el cuerpo puede equilibrarse solo.

La alimentación estacional es una manera de que no le des siempre la misma comida. Todas las proteínas, vegetales, granos y hierbas tienen propiedades energéticas calientes, frías, húmedas y secas. Cuando mezclás y le prestás atención a los ciclos de tu perro, su comida y las particularidades de cada temporada, podés equilibrar patrones psicológicos generales del cuerpo.

Mantener una alimentación estacional no es difícil, solo necesitás organizarte y practicar. Fijate cómo y qué cosas ya estás haciendo bien y, a partir de ahí, cambiá lo que sea necesario.

Energía otoñal

En esta época, las energías de la Tierra se empiezan a cerrar. La energía de esta estación se enfoca en los pulmones y el intestino grueso.

Como parte del sistema respiratorio, los pulmones, con sus lóbulos y vías aéreas, toman aire, oxigenan la sangre y la mandan al corazón.

Hay que prestarles atención y cuidar a los pulmones porque son muy difíciles de tratar en perros, sobre todo en los de hocicos cortos.

Cuando hay problemas en los pulmones, no siempre tenemos mucho tiempo para tratarlos (como sí pasa con otros sistemas del cuerpo) porque la respiración es un proceso súper esencial para vivir. Los pulmones también son sensibles al clima seco, así que, si vivís en un lugar que sea seco durante el otoño, tu perro corre más riesgos de tener problemas bronquiales.

El intestino grueso funciona junto con el delgado como parte del tracto digestivo y del sistema excretor. Facilita la absorción del agua y los electrolitos y también beneficia un montón a la bacteria intestinal, que ayuda con la digestión y excreción.

Durante el otoño, prestale atención al bienestar emocional de tu perro y también a sus deposiciones y respiración.

Los desequilibrios en estas áreas se pueden manifestar en secreción nasal y ocular, caspa, parásitos y excesiva pérdida de pelo.

Los problemas de salud caninos que se asocian con el otoño son: estornudos, picazón, hinchazón intestinal, constipación o diarrea, tos y neumonía.

Proteínas otoñales

Para que tu perro tenga una salud óptima, incluí como base de su dieta proteínas neutrales y tibias como carne de res, pato o conejo y rotá con proteínas más calientes como cabra, pollo y pavo.

Los perros más viejos pueden necesitar una base de proteínas más calientes como la presa salvaje.

Hierbas otoñales

Hay tres hierbas que se pueden usar para los pulmones y la excreción: gordolobo, caléndula y equinácea.

Gordolobo: ayuda a los pulmones al abrir las vías aéreas y reducir la opresión. También ayuda con la absorción de agua en el intestino grueso. Por lo general, me gusta usar el gordolobo como árnica: le pongo entre 2 y 5 gotas a la comida de mi perro un par de veces por día. Las hojas de gordolobo se pueden usar como té, dejándolas en agua 30 minutos antes de agregarlo a la comida de tu perro.

Caléndula: entibia y seca los pulmones y libera el exceso de humedad de todo el sistema respiratorio, mientras que reduce la mucosa y membranas digestivas. Es una excelente hierba tibia para tener siempre a mano.

Algo para destacar de la caléndula es que regula el desarrollo de las bacterias, pero sin matarlas. Esto es clave para tener un sistema inmune recargado y listo para el invierno.

A menos que sea una situación de vida o muerte, no recomendaría darle antibióticos a un perro durante el otoño o el invierno. Destruir las bacterias buenas durante estas estaciones puede alterar mucho todo su sistema. Renovar el ambiente de los tejidos es una mejor manera de controlar el desarrollo excesivo de bacterias, y la caléndula puede ayudar con eso.

En la comida de tu perro, podés poner caléndula fresca, seca o como té (dejalo en el agua 30 minutos o más antes de dárselo). También la podés usar como árnica, agregando entre 2 y 3 gotas en la comida durante el otoño.

Equinácea: me encanta porque equilibra, limpia y conduce el calor fuera de los pulmones. Tanto la equinácea purpurea como la angustifolia sirven.

Podés usar la equinácea como árnica. Poné 2 o 3 gotas en la comida, y alterná su uso: dos semanas sí y una semana no durante el otoño. También se usa como infusión de té (dejalo en agua 30 minutos antes de dárselo a tu perro), se lo podés agregar a la comida un par de veces por semana.

Vegetales otoñales

Los vegetales de otoño son unos de mis favoritos para los perros. Al comienzo del otoño, una de las opciones son las chauchas.

Chauchas: ayudan a tonificar el hígado y los pulmones y a nutrir el sistema nervioso, además, ayudan con la excreción.

Calabaza: es un vegetal conocido en el mundo animal y se usa para aportar fibra a la dieta. La calabaza beneficia tanto a los pulmones como al intestino grueso. Ayuda a proteger las membranas mucosas en el intestino grueso, a la vez que ayuda al desarrollo de la buena bacteria.

La calabaza limpia el intestino grueso y también remueve parásitos. Para prevenir parásitos, molé las semillas crudas y dale ¼ de cucharadita cada 4,5 kilos que pese tu perro. Dáselo 7 días sí y 7 días no, al menos una vez durante el otoño.

Chirivía o zanahoria blanca: es parecida a la zanahoria. Estimula el sistema inmune y también ayuda a limpiar y tonificar el sistema digestivo.

Tiene manganeso, antioxidantes y vitaminas. Las chirivías son antiinflamatorias y ayudan a la salud respiratoria. Yo las cocino un poquito al vapor cuando se las doy a mis perros o se las doy crudas después de procesarlas.

Combinar proteínas, hierbas y vegetales específicos de estación te puede servir para que te hagas un plan de temporada según las necesidades de tu perro. En los siguientes artículos, vamos a hablar del invierno y la primavera.

Hacé clic acá para enterarte cómo empezar con la alimentación estacional.

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