Las coles o repollitos de Bruselas, al igual que el brócoli, forman parte de la familia de las crucíferas y son un superalimento natural que es excelente para las mascotas.
Las coles de Bruselas crudas son una de las claves de la naturaleza para suprimir el crecimiento de células cancerígenas. Cuando se comen crudas, naturalmente ocurre una reacción química dentro del brote, a través de la cual un compuesto precursor reacciona con una enzima, la mirosinasa, para producir sulforafano, un ingrediente anticancerígeno natural.
Es una reacción tan compleja y precisa que solo sucede cuando se corta o mastica el repollito crudo. Cualquier intento de calentar las coles mata la enzima que es fundamental para la reacción, y la col pierde un montón de sus superpoderes anticancerígenos. ¡Guau!
Las coles de Bruselas crudas son una forma fantástica de medicina preventiva, y son geniales para que consuman tanto gatos como perros. Sin embargo, es más difícil incluir este superalimento en la dieta de los gatos, pero abajo te damos varias opciones para que lo hagas.
Las coles de Bruselas también tienen otro secreto muy especial para el cuerpo. Son una de las pocas cosas en el planeta que ayudan a reparar y mantener el delicado revestimiento intestinal de las paredes y del estómago, mientras que también protege al intestino de los patógenos.
Sin duda, cada mascota debería comer un poco de repollitos de Bruselas crudas, no solo para mantener el revestimiento de la pared intestinal, sino también para que actúen como un bloqueador contra el crecimiento de células cancerígenas. También son un vegetal estacional muy bueno para incorporar en la dieta de las mascotas durante los meses de otoño e invierno, porque las ayuda a mantener un sistema inmune fuerte.
Si tu mascota tiene cáncer, considerá incorporar un poco de coles de Bruselas en su dieta diaria para ayudar a reducir el crecimiento de las células cancerígenas.
Sí, ¡col-osalmente sí! Comprá las cultivadas orgánicamente para reducir la exposición a pesticidas y herbicidas.
Para beneficiarse de las propiedades anticancerígenas de las coles, lo mejor es darlas crudas. Cocinarlas destruye su capacidad combativa anticancerígena y reduce su efecto positivo en la salud inmunológica.
No hay desventajas, pero las primeras veces, o si le das muchas coles de Bruselas a tu mascota, se podría experimentar algún malestar estomacal en forma de hinchazón y flatulencias.
Incorporalas de a poco y, si tu gato o perro tiene algún malestar abdominal o sufre de SII, simplemente disminuí la cantidad que le das para que encuentres el equilibrio que funcione en armonía con su cuerpo sin causarle ninguna molestia.
¡Crudas, crudas y crudas! La mejor manera y la más efectiva de que tu mascota acceda a la reacción anticancerígena es rebanar o cortar en cubos las coles al momento de comerlas, después ponerlas directamente en el pote de comida y mezclarlas. Son altas en fibra, por lo que un poquito es más que suficiente. Usá una pizca o dos para gatos y perros pequeños, y una cucharadita o dos para razas grandes. Luego, a medida que tu mascota se acostumbre a ellas, podés aumentar la cantidad de acuerdo con su complexión individual. No hay que darles mucho de golpe porque su alto contenido de fibra podría causar que tu mascota abra los intestinos rapidísimo.
Cuando tu perro ya es un experto en coles, como algunas mascotas que comen crudo hace mucho, vas a poder darle la mitad o una entera, y él va a crear la reacción enzimática anticancerígena mientras la mastica, haciendo que estén totalmente biodisponibles para su cuerpo.
Para gatos, perros pequeños, o si recién estás empezando a incorporar este repollito en la dieta de tu mascota, lo mejor es mezclar finamente y espolvorear en su comida.
Con una licuadora manual es mejor porque es rápido, fácil y hace que los pedacitos sean bien chicos para que tu gato o perro los coma. Cualquier sobra de coles crudas se puede mantener refrigerada y agregar en la siguiente comida.
Recordá siempre dar las coles de Bruselas crudas si las estás usando como una prevención del cáncer o para contribuir a la lucha contra la enfermedad.
Si tu perro o gato no quiere comerlas crudas, cocelas al vapor ligeramente y mezclalas en su comida. De igual manera, tu mascota se va a beneficiar mucho de todos los otros nutrientes hallados en las coles, incluso sin el sulforafano, y con el tiempo, cocinalas cada vez menos, para moverte hacia lo crudo.
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